19 marzo 2012

Día 1: cognición


A las 9:30 de la mañana del 17 de Marzo, llegábamos por fin a Rainfer. Tras la recepción y la entrega del material del curso, nos esperaban unas 10 horas de interesantes charlas y prácticas sobre la cognición de primates, impartidas tanto por gente cualificada del centro, como Guillermo Bustelo, director de Rainfer, así como por grandes profesionales en el campo de la Primatología actual, como Josep Call, director del centro de investigación Wolfgang Kohler y científico sénior del instituto de Antropología Evolutiva en Leizpig.

La temática de las charlas fue variada, dentro del ámbito de la Psicología de los primates, para mi sorpresa un campo aparentemente más relacionado con la carrera de Psicología que con Biología, lo cual explicó el gran número de asistentes psicólogos al curso, frente a los poquitos biólogos que éramos. Se trataron temas como la existencia de moral en los primates no humanos, la teoría de la mente, la comunicación en primates y el origen del lenguaje y la toma de perspectiva en los grandes simios.

La práctica que escogí fue la de enriquecimiento ambiental. Acompañados por una monitora, visitamos parte del centro y pudimos conocer a algunos de los primates que allí residen, a los que les lanzamos pelotas y tapers llenos de cereales que luego ellos se entretenían en sacar. Me sorprendió ver lo bien que se han recuperado y la vitalidad que conservan estos animales, teniendo en cuenta todo el sufrimiento que les han hecho pasar. Por desgracia, nunca podrán ser reintroducidos en su hábitat natural, debido a los profundos traumas psicológicos que presentan muchos de ellos. Al menos, gracias a personas dedicadas como Guillermo, tienen una segunda oportunidad para vivir tranquilamente y en buenas condiciones.

Durante la comida, los responsables del centro nos montaron unas cuantas mesas y sillas para los que queríamos comer allí, mientras que otros se fueron a comer al pueblo. Todos juntos en comuna, como si de un gran grupo de chimpancés se tratara, estuvimos intercambiando opiniones sobre las distintas charlas, cada uno barriendo para su casa, aunque con una clara prevalencia de argumentos psicológicos frente a los biológicos. Conocí a África, una chica muy simpática de Psicología en la UAM que, coincidencias de la vida, termina este año la carrera y ha pedido la beca de La Caixa para hacer el máster en Primatología en Barcelona. Espero que dentro de unos meses nos veamos las dos por allí.
Ya que la realización del curso ofrecía la concesión de créditos de libre elección, gente de otras carreras también había, como Luis, de Trabajo social, o Lorena, de Podología, quién nos informó sobre los zapatos más óptimos para nuestros pies, así como de mogollón de patologías asociadas al calzado que yo desconocía. A partir de ahora llevar tacones ya no será lo mismo.

Tras el deseado momento de la comida (estábamos todos muertos de hambre), las charlas continuaron hasta bien entradas las 9 de la noche, ya que, como todos los ponentes tenían un montón de cosas que contar, íbamos con bastante retraso. No obstante mereció mucho la pena, y además no tuve problema para volver a Madrid gracias a Carlos (curiosamente biólogo por la UCM hace ya muchos años, alumno de Tellería y Benjamín entre otros y compañero de clase de Tito), que se ofreció muy amable a acercarme.

Al llegar a casa poco pude hacer, aparte de cenar y acostarme, ya que a la mañana siguiente tocaba madrugar de nuevo para disfrutar del segundo y último día de curso.

1 comentario:

  1. No es oro todo lo que reluce… Primero, para ser un santuario de verdad no se debe permitir criar a los animales, y menos habiendo problemas de espacio y recursos en el centro. Tienen algunos animales (los que el público no ve) en lugares ridículamente pequeños. Por la falta de personal, sobre todo en los meses de invierno en los que no hay alumnos en prácticas, los chimpacés se pueden tirar más de un mes sin limpiar su recinto… La iniciativa está bien, pero falta personal cualificado, seriedad y compromiso

    ResponderEliminar