29 enero 2014

The Lion King

Ayer a las 20:30 llegó por fin el momento de ver el musical de El Rey León. La espera ha merecido la pena (las entradas estaban sacadas desde Noviembre, coincidiendo con el cumpleaños de mi hermana).

Llegamos con antelación con una mezcla de nerviosismo y emoción en nuestro interior y dedicamos los minutillos que quedaban hasta el comienzo de la función a hacernos fotos con los paneles decorativos y a comprar algo de merchandising de recuerdo.


Por fin entramos, ocupamos nuestras butacas (mejor ubicadas imposible, platea central) y disfrutamos de la experiencia. Con la canción de "El ciclo sin fin", con la que comenzó la función y a cuyo ritmo iban desfilando los animales hacia el escenario mientras un sol africano se alzaba en el horizonte, nos emocionamos al recordar nuestra infancia. Sin duda fue el mejor momento.

A pesar de los precios de las entradas, es un espectáculo altamente recomendable, sobretodo para los amantes de esta peli de Disney. La adaptación es muy fiel (quizá lo único que rechina un poco son las canciones nuevas que se han inventado y que no salen en la pelicula) y los actores, a pesar de ser muchos de ellos africanos que a duras penas hablan español, realizan una gran interpretación. Su acento a mi personalmente me enternecía. El vestuario espectacular, al igual que los escenarios. Realmente flipamos al ver cómo habían representado alguna de las escenas más complicadas de la película (como la estampida de núes que termina con la vida de Mufasa). Pero yo me quedo sin duda con la música. Envolvente, emocionante y, lo mejor de todo, africana. Me trasladaba constantemente a mi futura aldea, a su gente y a su entorno. Una pequeña muestra de esta belleza de musical.


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