27 mayo 2012

Ruta motera

La primera ruta motera no la pude documentar, pero para esta segunda entrega sí que cuento con alguna fotillo que otra. El sábado amaneció despejado y fresco, y a las 9:30 a.m. ya estaba Javi en mi puerta como un clavo, llenando de glamour el barrio con su Hyosung Aquila de 650 cc. Como ya se coger las curvas más que bien, esta vez tomamos una ruta más larga y complicada, que nos llevó a lo largo de unos 270 km desde Madrid a Segovia y de vuelta a Madrid, pasando por varios puntos.


Saliendo de Madrid por una carretera cuyo nombre no recuerdo, nos dirigimos hacia Colmenar Viejo, parando antes para repostar.

Parando a la ida para echar gasofa. Las tentaciones de llevármela mientras
Javi pagaba eran muy grandes.

Tras la parada técnica, continuamos pasando por San Agustín de Guadalix hasta Miraflores de la Sierra, desde donde tomamos el desvío hacia el Parque de la Cuenca Alta del Manzanares. Pese a que hacía sol y llevábamos chupas, subiendo el puerto el aire cortaba y comenzaba a hacer fresco. Los numerosos ciclistas (qué motivados) que nos encontramos hacían aún más emocionante la travesía al tener que esquivarlos para no atropellarlos.

Vistas desde un mirador en el Parque de la Cuenca Alta del Manzanares.

Bajamos hasta Rascafría y paramos en el Monasterio de El Paular, un sitio muy bonito donde dan comidas ricas y que se puede visitar por un módico precio que no pagamos. Vimos la parte gratuita y dimos un paseo por el Puente del Perdón, situado justo enfrente del monasterio, que cruza el río Lozoya.

Daba miedo dejarla desamparada y solita...

En el Puente del Perdón, sobre el río Lozoya.

Llegamos a la estación de Navacerrada (que para mi sorpresa estaba petada, quizá de gente que gusta de esquiar sobre el césped... ) y bajamos el puerto dirección San Ildefonso. Me inicié en el mundo de los moteros saludando a un par que nos cruzamos por el camino (los moteros se saludan haciendo una V con los dedos, por el lema suyo de "Vive" por eso de que tienen muchos accidentes y tal y porque ser motero mola). Fue muy divertido bajar el puerto porque las curvas eran muy cerradas, tanto que un par de veces rozamos la moto contra el suelo de lo que nos inclinábamos. Y yo en esos momentos pensaba que era increíble que no nos la pegásemos... Las maravillas de la física.
Aparcamos la moto y entramos en la Granja de San Ildefonso, que ahora en verano está muy verde y bonita. Gracias a Dios no había mucha gente y pudimos dar un agradable paseo mientras introducía un poco a Javi en el mundo de los pajaritos y las plantas (se quedó prendado de los patos y de las inmensas secuoyas).

Javi ama a los árboles

Los dos moteros en La Granja de San Ildefonso.

Las ranitas estaban dándolo todo por amor y se dejaban ver y oír muchísimo.

Se nos iba echando la hora encima, así que iniciamos el camino hacia nuestro destino final: Segovia. No lo recordaba tan bonito... De no ser por nuestras carencias económicas y nuestras responsabilidades parejiles/familiares podríamos haber comido allí (pero NO cochinillo), porque la ocasión bien lo merecía.

El castillo de Segovia, rollo Exin Castillos.

Pudimos ver muchas motos cholonas, la que más esta:
una Benelli Café Racer (fuente: Javi).

Tras una buena vuelta por el centro histórico en la que estuvimos todo el rato salivando por el olor a comida rica, pusimos rumbo a casa muertos de hambre. De vuelta pasamos por Los Ángeles de San Rafael (un sitio muy posh) y el hospital de Silent Hill (en próximas entregas) y realizamos una última parada destinada a hacernos unas cuantas fotos "artísticas" con la moto (que colgaré en la siguiente entrada).

Llegamos a Madrid a eso de las casi 5 de la tarde, yo con el culo carpeta de apretarlo contra el asiento yendo a tope por la autopista. Viajar en moto es otro rollo, sobretodo cuando vas por carreteras de montaña. Sientes el aire, la temperatura, hueles el viento, ves los pájaros cruzarte por encima... ¡y yendo en una moto como la de Javi ganas + 10 puntos de cholación!

2 comentarios:

  1. Pobres ciclistas, ¡qué dictadores! :-p La próxima vez llévate un palo y les vas dando para sacártelos de en medio, a lo Carmadgedon...

    ¿¿¿Y eso de "cholar" de dónde lo has sacado, que en la Facultad no te hemos enseñado a hablar así???

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  2. ¡O les meto el palo entre los radios de las ruedas y listo! Lo de cholar es vocabulario de barrio, chaval. :-)

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